PECADO

Cada vez que me acerco me llama, pero no pienso coger. Aunque mi estómago sueñe con el suelo, no voy a coger su llamada para cumplir un deseo que sólo tiene que ver con el miedo, con la falta de ganas y de entendimiento.

La pereza no debería llevar a un ser humano a dejar de ser humano, tampoco la gula; me resultan los pecados capitales más ridículos por los que dejarse llevar, y sin embargo...no dejan de ahogarme y confundirme.

La soberbia y la ira me han salvado la vida en alguna ocasión; la envidia me enternece; y la lujuria...sí, la lujuria me acerca más a la vida y a la muerte, con lo que quiera que signifique eso .

La avaricia, la olvidaba,  me parece otra pérdida de tiempo.

Y supongo que escribir, también.

¿Qué función desempeña la apatía? habría sido una bonita respuesta de examen.

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