...UN CARAJO

Soy esa que muchas veces no sabe que es y creedme, las listas de deseos y de miedos, las brújulas y los mapas o los tests de Bender, nunca le han resuelto las dudas. Soy un lugar muy apartado que, a veces, encabeza las listas de “los más visitados” ; es entonces cuando hago mi macuto y me piro. Soy el mar un día de tormenta perfecta y el vacío inefable de los días en calma, pero el café siempre me sabe a lo mismo y ese simple hecho me conecta a la tierra. Soy un dogma perdido que, en ocasiones, me mira desde un vaso de agua medio lleno y contenido y grita ¡Eureka! Luego me lo bebo y ya es “un medio vacío”. Soy ese momento en que tiro de un hilo y acabo enredada en dramas absurdos, sin trama ni conflicto. ¡Un coñazo, vamos! ¡No vayáis a verla! Soy terciopelo azul, espeso y melancólico. Su brillo me rapta y su peso me asfixia. Hasta que me hago un traje y soy la más guapa de la fiesta. Me gusta cuando callo y estoy como ausente porque dejo de decir estupideces para intentar agarrarme al mundo tal y como está establecido, como si él supiera algo... Soy miedo a estar equivocada y sólo darme cuenta en el lecho de muerte…A veces los ¿Y sí..? se convierten en leones hambrientos persiguiéndome sin piedad. Soy expansión y contracción constante y agotadora, y cuando me expando hacia la nevera, no veas si jode. Soy tierna, dulce y cariñosa, pero sólo cuando olvido que “no lo soy”. También divertida y luminosa pero sólo cuando no exijo una respuesta a qué coño es la madurez.

Después me pongo el pijama, me hago una pizza y la verdad es que el “ser o no ser” me importa un carajo.