Días de verano
El otro día fui a la playa…
Tumbada en la toalla, después de haberme dado un baño
explosivo; sintiendo como la brisa acariciaba el vello de mi cuerpo; oliendo el
mar, (ese mar...viviendo - Él sabe cómo hacerlo - ) , entré en un estado de relajación
total...
Los rayos del sol, brillante y rabioso, se filtraban a través de una rendijita en mis ojos. Me quedé mirando mi cuerpo; mi brazo, concretamente, centímetro a centímetro...
De repente, se alojó, justo en el centro de mi pecho, una sensación más bien neutra que podría transcribir de la siguiente forma: “Inexorablemente, la carne acabará pudriéndose”. Fue bonito.
Los rayos del sol, brillante y rabioso, se filtraban a través de una rendijita en mis ojos. Me quedé mirando mi cuerpo; mi brazo, concretamente, centímetro a centímetro...
De repente, se alojó, justo en el centro de mi pecho, una sensación más bien neutra que podría transcribir de la siguiente forma: “Inexorablemente, la carne acabará pudriéndose”. Fue bonito.
¡Feliz verano!
Comentarios
Publicar un comentario